Los polos de poder no serán los mismos, internamente sufrirán temblores, y hasta terremotos que sacudirán los mismos cimientos que, en sus comienzos, sostuvieron alianzas y propuestas de país.
Probablemente es el tiempo perfecto para que surjan nuevos liderazgos, con ideas renovadas y visiones aún más progresistas de lo que se han atrevido los actuales próceres de la política. Jóvenes, es ahora o nunca.
Son tiempos exitantes, llenos de posibilidades y oportunidades que, bien aprovechadas, pueden hacer de Chile un país que viva saltos insospechados. Chile completo, dentro de las diferencias ideológicas que puedan existir, debería estar analizando los acontecimientos, identificando los aciertos y las caídas, aprendiendo de los errores y comenzando a forjar un nuevo camino. Tanto ganadores como perdedores tienen en sus manos un momento que definirá el futuro de nuestro país.
Y creo que así lo entendieron quienes ayer perdieron una elección. Anoche, la Concertación dio muestras de consecuencia. Pero no de aquella mal entendida que impide que el ser humano cambie de opinión, sino que esa que te hace actuar correctamente a pesar de circunstancias adversas. No hubo pequeñeces y eso los hizo grandes. Dieron muestras de un respeto por la democracia y el pueblo chileno, más allá de las diferencias y a pesar de ellas. Anoche me sentí orgullosa de ser chilena.
Sin embargo, hoy me he encontrado con algo que degrada la misma legitimidad de la democracia e insulta en lo más profundo el poder y decisión de la mayoría.
"!!!! VAMOS A MARCHAR !! TODOS JUNTOS DIGAMOS PIÑERA NO ESTAMOS CONTIGO! VIERNES 22 DE ENERO A LAS 18:00 !! PLAZA ITALIA !!*PASALO A TUS CONTACTOS" ... así lee el estado de una persona X en la red social Facebook. Más que sólo un signo de clara frustración, es un llamado al desorden social, al levantamiento de violencia y agresividad, que es justamente lo que las elecciones democráticas buscan eliminar de la historia de un país.
Quiero pensar que ese tipo de tonteras, a falta de una mejor palabra que se aleje de lo soez, van a quedar sólo en el utópico deseo de un grupo de personas que a falta de ideas busca destacar a través del conflicto y la agitación social.
Ya sea que se haya votado por Piñera o no, lo cierto es que la mayoría votó por él. Eso es la democracia, aceptar la decisión legítima de la mayoría y no sólo validarla cuando es la propia.
Por eso yo llamo a aquellos que se sienten perdedores y que no están contentos con lo que eligió el país, a escuchar a sus líderes y hacer una oposición constructiva en vez de buscar el desorden social. A trabajar duro para corregir sus tropiezos y pensar en ser los mejores en cuatro años más, en vez de creer que aquí se acaba el mundo. Como dijo Ricardo Lagos, si le va bien a Sebastián Piñera, le va bien a Chile, y si le va bien a Chile somos todos los chilenos los que viviremos mejor.
